Mi hijo no me mira cuando le hablo

Mi hijo/a no me mira cuando le hablo. El contacto visual entre los padres e hijos es esencial para el desarrollo emocional, social y cognitivo.

Cuando establecemos un contacto visual con nuestro hijo/a se desarrolla una sensación de bienestar y empatía que va fortaleciendo el vínculo y la construcción del apego.

Cuando nuestro hijo/a no nos mira se despiertan muchos temores y angustias. Nos surge una preocupación por la situación, nosotros estamos para ayudarte a ir entendiendo y buscando soluciones conjuntamente.

La conducta puede estar derivada por  varios factores:

Conductual.

Afectiva.

Contextual.

Neurológica.

La ausencia de contacto visual debe ir entendiéndose como un llamado a la acción, una señal para ser escuchada y comprendida.

Nuestro hijo/a está en desarrollo , por ese motivo las conductas nos hablan de otra forma de expresar  las necesidades que tiene. A veces no sabemos cómo  expresarnos de la forma o manera correcta o de la forma que socialmente estamos acostumbrados. Si a nosotros como adultos nos puede suceder, porque  no le va a suceder a nuestros hijos/as  que están en un proceso de aprendizaje de las habilidades sociales para la interacción.

El acompañamiento desde nuestro gabinete se basa en pilares como  la empatía y el amor familiar. Damos valor a la confianza entre los miembros del sistema familiar  para poder así modificar la conducta o para desarrollar las actuaciones más adecuadas e integrales. 

Debemos enmarcar el hecho de que mi hijo/a no me mira dentro del contexto social en el cual nos encontramos inmersos, donde el uso de las pantallas produce una disminución del contacto cara a cara influenciando en la forma en que los niños se relacionan. 

¿Por qué mi hijo no me mira cuando le hablo?

Puede estar causado por situaciones de estrés, o por un vínculo que necesita reforzarse o redefinirse.  Puede ser que el niño debido a que tenga un retraimiento emocional o por una forma de comunicarse   entre los miembros de la familia. También es un llamado a nuestra atención para saber qué es lo que quiere expresar y no puede o no encuentra la forma. 

Algunos niños/as  por su personalidad o por la etapa evolutiva en la que se encuentra, pueden evitar el contacto visual por ejemplo cuando son introvertidos o tienen una alta sensibilidad. 

Uno de los signos del Trastorno del Espectro Autista (TEA) es la dificultad para establecer contacto visual sostenido, se presentan los signos antes de los tres años.  Aunque el solo hecho de no mirar no significa que el niño/a presente autismo.

Los niños/as cuando están inmersos en sus juegos o actividades se pueden desvincular de la situación sin por ello tener ninguna dificultad.

Otro aspecto a tener en cuenta es el grado de timidez que puede tener o la personalidad más o menos sociable.

Todos estos condicionantes del entorno o características del niño pueden ser condiciones del motivo de que nuestro hijo/a no nos mire.

¿Cuándo debería preocuparme?

  • Si la falta de contacto visual es constante.
  • Si el niño también muestra dificultades en la comunicación o en la interacción social.
  • Si hay retraso en el desarrollo del lenguaje.
  • Si evita la mirada incluso con sus seres queridos.
  • Si presenta comportamientos asociados.
  • Si pasa mucho tiempo solo o aislado.
  • Si se autolesiona.
  • Si presenta inflexibilidad.

Desde el gabinete psicopedagógico de Bormujos realizamos una evaluación global de la situación. Realizamos una evaluación de la conducta y tenemos en cuenta también el contexto en el que ocurre. Así como ir apoyando y entendiendo el vínculo que se establece con los miembros de su sistema familiar.

Como facilitadores de un desarrollo comunicacional potencializamos el desarrollo vincular positivo entre los miembros de la familia.

Las formas de comunicación, cómo nos comunicamos y la historia escolar son aspectos a tener en cuenta.

Vamos  a ir ayudando a crear espacios y tiempo de calidad desarrollando con la familia   estrategias que faciliten la interacción y la comunicación desde el juego compartido, la lectura en voz alta, el contacto físico respetuoso y la validación emocional para construir la mirada del niño al adulto.

Puedes realizar consultas tanto presenciales como online para una mayor comodidad realizaremos un diagnóstico atendiendo a las necesidades del niño/a y su entorno. Nuestro enfoque es integral dando prioridad a la comunicación, interacción social y la autoestima del niño/a.

Si al realizar el diagnóstico verificamos un trastorno estamos para ayudarte,  acompañarte en el proceso para mejorar y preparar el mejor ambiente  para el niño logrando una  inclusión e integración.

Si te preocupa, no estás solo. Podemos ayudarte.
Contacta con nuestro gabinete psicopedagógico para una consulta presencial EN NUESTRO GABINETE UBICADO EN BORMUJOS (SEVILLA) u online. Evaluaremos tu caso y te daremos las herramientas necesarias para ayudar a tu hijo.

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